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domingo, 20 de febrero de 2011

Estulta capsa

Llevaba una hora corriendo cuando lo leí, y me dije: ya tengo tema para el blog de hoy. Me quedaba una media hora para rondar lo que se suele llamar 'el muro' de sufrimiento y otra media final donde de cabeza vas muy bien, pero te empiezan a pesar las piernas, arrastras carga en espalda y cuello y te duelen los brazos. La rutina convierte tu cuerpo en algo previsible.

En el camino adoquinado que enlaza Químicas con el resto del campus aparecían escritas distintas proclamas que me llamaron la atención (hacía muchísimo que no iba por ahí) y una de las primeras decía Abre los ojos, cierra la televisión. Me vino a la cabeza la frase de Woody Allen y me acordé de que esta noche entierran la infinitésima edición de Operación Triunfo por baja audiencia, a pesar de Pilar Rubio.

Se me dibuja una sonrisa en el gesto, no por Pilar Rubio (que también) sino por la muerte anunciada. 

Tuve que examinarme de eso de las audiencias, el rating y el share, los umbrales, los picos, las gráficas y demás materia oscura para análisis de despacho. Hace dos o tres años las privadas ya tonteaban con el quince por ciento, pero Telecinco mantenía tras un lustro su hegemonía por delante de una maltrecha TVE1 que buscaba el trono que siempre ha llevado su nombre. Las temáticas superaban a la Forta con un  once o doce, sin contar los fines de semana, y siempre me quedó la duda de qué se escondía detrás de ese nombre, porque en lo temático cabe de todo. La TDT comenzaba a hacer sus pinitos, pero si acaso hacía un dos o tres, lamiéndole el culo a La dos, a la que le bastaba ser la hermana comparsa de La uno para poder jugar con los datos y saberse reducto de aquellos a los que les encanta la siesta entre animales tras ver a Jordi Hurtado. 

Hecha la radiografía, siento cierta curiosidad por ver la foto de hoy en día. Seguro que no tiene nada que ver. OT ronda el diez, el giro de Televisión Española parece gustar demasiado y hoy todo es digital por necesidad. Sin embargo es la única curiosidad que me despierta la televisión, por suerte. Hace años que no me siento una noche en el sofá, y estoy tan acostumbrado a ver ficción cuando y como quiero que se me hace incómodo sentarme en una butaca a ver algo en hora programada si no es en pantalla grande o está a punto de abrirse el telón. Esta semana he ido cuatro veces al cine y dos al teatro, y no por eso soy más listo, pero es la opción que elijo frente al vacío tan asolador que me ofrece la caja tonta, y me gusta. 

Tan tonta no debe ser, sin embargo. Más de tres horas dedicamos cada día al invento, la media da un vuelco a peor en personas por encima de la treintena, y lejos de abrir los ojos insistimos en apoyar con datos salarios y propuestas que bien merecen un cero por ciento de share y un negativo en interés. El camino fácil, el ahorro económico e intelectual y el abuso del refrito dejaron hace tiempo de atraerme, pero no me apetece ahora hablar de una mierda que cada uno identificará en cosas y en cadenas diferentes y que todos entendemos como manida y evidente.

Vuelvo al adoquín para ver si debajo hay arena de playa, y leo otra proclama que encuentro de moda en estos días: La barricada cierra la calle, pero abre el camino.

More books, less bombs. Semilla para otro día.

1 comentario:

  1. Me congratularía si también se viniera abajo: GRAN HERMANO, BELÉN ESTEBAN y un gran etc. Pero difícil será porque aún, una de las productoras más grandes de ficción contrata, para un episódico, a Belén Esteban en: ¡Aída!

    APOYO LA CAUSA y caigan los programas "basura" y vayan más al teatro por dios! Pero no por el famosillo que esté en escena, sino por el propio teatro y no aplaudan cualquier cosa: voluntad y criterio es lo que necesitamos; valor y decisión.

    Landria.

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