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martes, 7 de agosto de 2012

Salir a la palestra

Anoche hablaba un tipo por la radio que pasó de frustrado a gigoló como si nada, y ahora se dedica a impartir talleres de aquí para allá y cobrar derechos de autor por no sé cuántos libros. Decía que, como en cualquier destreza, la clave está en el entrenamiento, y reclamaba el mismo nivel educativo hacia nuestro lado emocional/sexual que el que reciben la salud o la economía. 

Ya lo decía la canción, de todas formas, lo de que tres cosas hay en la vida.

Presumido o no, chuloplaya en mayor o menor medida, dijo algo en lo que acertó de pleno, y es que muchos escogemos la vida cómoda e infeliz tan sólo por pereza, incertidumbre o miedo a romper el guión y salir a la palestra. 

Guiño olímpico incluido.

lunes, 6 de agosto de 2012

9.63

Frente a ronaldos que no ven más allá de su ego, hay personas que escriben la historia a golpe de gestos, de azañas, de marcas. Frente a fútboles donde prevalece el engaño, la polémica y la pataleta, encuentro en el atletismo el deporte en mayúsculas, donde surgen aquellos que se llaman a sí mismos "el que más", con tantos verbos por delante que asusta. Por eso Bolt, un engreído para unos y leyenda viva para la mayoría, hace más grande no sólo a estos Juegos sino al ser humano, rompiendo imposibles y límites inherentes a nuestra capacidad. Última esencia del espíritu de competición.

viernes, 3 de agosto de 2012

Desde la distancia

todo es relativizable. Recuerdo, por ejemplo, las palabras de Pedro Duque tras su primer asalto al espacio, en las que reflexionaba sobre lo absurdo de las líneas fronterizas desde tan arriba, pero otro ejemplo gráfico lo encuentro, a bote pronto, en los planos que Aménabar rueda en Ágora (sin duda lo mejor del film), en los que el odio que inunda las calles de Alejandría se observa desde el cenit.

Viajar, marchar, dejar pasar el tiempo y tomar distancia es, por ello, tan sano como el aire que tú y yo respiramos. Porque sólo así podemos (puedo, al menos) tomar conciencia de tantas cosas y poner en su justa balanza todo aquello que nos despierta una sonrisa, un recuerdo o las ganas de llorar.

Cada diez años

se publica una lista de las mejores películas de la historia del cine. Algo tan objetivable como decidir quién es más guapa, si Rachel Weisz o tú.

El caso es que después de toda una vida cantando las virtudes de Ciudadano Kane, ha caído al segundo lugar en favor de Vértigo, que le venía lamiendo el culo desde hace unos años. Y es que en algo nos tenemos que entretener, clasificando lo inclasificable y etiquetando lo que es mejor a criterio de cerebritos que, para colmo, cobrarán por ello.

Tu perfume inunda el ascensor,

un rastro ineludible que me acerca cada vez más a ti.