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martes, 31 de mayo de 2011

Lo quieres todo...

... y sabes que no haces lo suficiente para conseguir ni tan siquiera una tercera parte. 

Nada de lo que te rodea te motiva, ni siquiera rozar la excelencia en una nota (sabiéndote válido aún para el aprendizaje) o ver que todavía hay gente que se interesa en mí, a uno u otro nivel.

Dónde o cuándo me perdí cada vez se muestra más difuso en la memoria. Lo que me queda es el ahora, y cansa demasiado para tan poco resultado.

lunes, 30 de mayo de 2011

Charcos

De pequeño gastaba botas de agua en los días de lluvia, de esas tan vintage que asociadas sin querer a quienes faenan en altamar vestidos de Capitán Pescanova. Esas botas te hacían inmune ante los charcos y el efecto de toda salpicadura, y nunca los bajos de un pantalón estuvieron más a salvo que dentro del asfixiante calor de su goma.

De adolescente gustaba de no evitar esos mismos charcos, ya sin botas, porque al fin y al cabo no eran sino pequeños estanques urbanos que te permitían ver el cielo sin levantar la mirada (fenómeno éste que nunca me ha dejado de sorprender desde entonces), y a algo así no hay que tenerle miedo.

Ahora busco el reflejo de las nubes (o de la noche) bajo mis pies, y si bien trato de no calarme los calcetines mediante saltos y demás cabriolas, los charcos me ofrecen uno de los ángulos más atractivos bajo el cual observar la sinrazón de mucho de lo que sucede sobre ellos. 

Lo bello y efímero de algunos detalles.

domingo, 29 de mayo de 2011

En estos tiempos

He pasado una semana maravillosa, pero no ha sido ésta.
Groucho Marx

En estos tiempos en los que la caja tonta ha dejado de ser caja, todo lo que no sea marear la perdiz ya no es fútbol y la clase dirigente no termina de encajar que la muchachada de a pie no es del todo el rebaño que quisieran... se me ocurre dejar de pensar en ti (que has gastado tantos nombres) y dedicarme unas horas como ejercicio de puro egoísmo.

Así que me despierto a las cinco de la mañana de un martes o un jueves cualquiera y decido que no puedo quedarme otra vez dormido. Escucho en la radio esa frase de Marilyn tan conocida: "El sexo es parte de la Naturaleza, y yo me llevo muy bien con la Naturaleza". (La radio te deja estas cosas, para que reflexiones en una cama tan vacía como infinita.)

sábado, 28 de mayo de 2011

Las siete diferencias

que así, a bote pronto, se me ocurren, entre un peatón y un corredor son:

1. El peatón anda y, a veces, corre. El corredor, lo contrario. 
2. El peatón llama mucho más la atención cuando viste mallas.
3. El peatón suele ir por la acera y el corredor por donde le dejan.
4. Un peatón se desplaza aprox. a la mitad de rapidez que un corredor. 
5. El que anda mucho no tiene coche, y el que mucho corre poco aprieta.  
6. El peatón se deja ver por cualquier lado. El corredor es más asilvestrado.
7. El peatón realiza trayectos generalmente cortos y el otro... realiza trayectos. 

Estas siete diferencias van dedicadas al ciclista que tan amablemente me ha recordado que correr se hace por las aceras y no sobre un carril bici, a lo que me he callado como una puta, más que nada porque si abría la boca vomitaba los higadillos. 

Yo, que me considero al mismo tiempo corredor y ciclista básicamente porque corro y voy en bici (de la misma forma que no por escuchar tus pecados o mirarme en el espejo de vez en cuando me creo el confesor de nadie o un jodido ególatra)... yo, repito, cometo el error de echar en el mismo saco a unos y a otros: corredores y ciclistas, que requieren de pistas continuadas y ajenas al tráfico de cualquier tipo (coches y peatones) para hacer de su deporte su bandera o simplemente para desplazarse de un lado a otro con la mayor de las garantías. Por eso, amable ciclista, a quien tantas molestias he creado al no haberse visto obligado a modificar ni planes inmediatos ni trayectoria en su desplazamiento entre los puntos A y B, te pido perdón por haber invadido un carril que también es mío a veces y haber desoído la cuña publicitaria que nos recuerda que, con esfuerzo y comprensión, en la ciudad cabemos todos.

yo nunca...

he creado una granja
ni he convocado un evento
ni he abierto una galleta de la suerte
ni he respondido a una pregunta sobre nadie
ni he escrito una nota kilométrica y kiloprofunda sobre nada
ni publico momentos tan chachis como aquel en el que tomé un kiwi en ayunas


Estoy condenado al ostracismo.

777

Samsa despertó un buen día convertido en cucaracha, pero antes de eso caminaba con su estilo inconfundible ignorando a quienes le alcanzaron para pintarle la cara, sabiéndose superior. Siempre.

Guardo ese primer recuerdo de él, hace más de media vida. Ese primer recuerdo nítido, al menos, así como el momento en el que nos dimos la mano al presentarnos: elegantes, respetables, protagonistas de nuestra propia historia, viviendo (al menos yo) un episodio importante de los que no se escribe en los diarios. 

Samsa y yo crecimos, a veces juntos, a ratos lejos, y de cuando en cuando quiso el azar que volviéramos a tropezar el uno con el otro, como si algo o alguien forzase tales encuentros de quienes eran (y son) casi vecinos. Nada del otro mundo. 

Causa vértigo hacer balance y comprobar el poco tacto del paso de los años.

Samsa siempre despertó en mí una profunda admiración y el máximo de los respetos, porque tiendo a ser así de adulador con quienes ahondan en su talento y me demuestran una y otra vez su inteligencia.

Lieb Samsa,
Herzlichen Glückwunsch zum Geburtstag! 

Por otra media vida en contacto (al menos).

martes, 24 de mayo de 2011

Asamblea

El Indeterminismo Ilustrado ha llegado al Ejecutivo local en forma de puzzle en cuatro piezas más artista invitado, de esos que sonríen si te hablan de superioridad de razas, y tan anchos. Entre tanto alboroto, el uno dice con cara larga que algo habrá hecho mal (Pequeño Saltamontes...), los otros que antes muertos que sencillos (y en coalición), y entre todos la casa sin barrer. Los votantes conservamos (yo, al menos) la misma cara de gilipollas que hace unos días, sólo que con más barba, y me chivan por el pinganillo que hemos tirado una papeleta a la urna para que degustemos la misma mierda en distinto molde. Va a ser eso, entonces.

La calle habla, mientras tanto, o al menos algunas plazas, o al menos unas cuantas personas en esas plazas (que no es poco), y recogen -creo- el sentir de muchos más que por inapetencia, incapacidad o desasosiego deciden no pasarse por ahí. No los critico. La única asamblea a la que hasta ahora he asistido (en parte) se disfraza de terapia colectiva para aplauso de algunos y algo de incredulidad para la mayoría, y me pregunto adónde llegará todo esto. "Escucha al Oidor", reza la pancarta. "No dejéis que Sol se apague" gritan en la distancia. Me lo vuelvo a preguntar, y la respuesta (que quizá no esté en el viento) parece querer asomar de la entraña, como el octavo pasajero, y uno trata de actuar acorde a ese grito expresionista, grito, grita, que ensordece y muro que no derriba lo esquiva. Muros, muros, que sois vosotros, que somos todos. Adónde llegará esto, insiste el alien, y no tengo ni puta idea de cómo saciar su angustia.

sábado, 21 de mayo de 2011

Balance

Me he pasado casi dos semanas sin escribir en el blog, y más allá de razones de uno u otro tipo que cada cual haya querido interpretar, simplemente el cuerpo no me pedía hacerlo.

Son tiempos confusos. He perdido a dos de mis tíos en poco menos de un mes y algo en mí enraiza con la indignación surgida a pie de calle, la misma de la que el cuerpo (el mismo de antes) querrá seguir haciéndose eco. Me he saltado (y he hecho bien) una campaña electoral donde he visto, leído y escuchado argumentos vacíos, actitudes reprochables y promesas de piruleta. En lo personal nada ha cambiado, por si os preguntan, porque esquivo las sorpresas y encuentro atractivo el tropezar conmigo mismo. Trato, al fin y al cabo, de aprender algo nuevo cada día, y eso que echo al zurrón. Lo que pesa o no sigue sin cambiar mi convicción acerca de mi ignorancia.

Por si no os lo dije ya, bienvenid@s.

Reflexión

Y empezaron a sonar las campanas del reloj, y a muchos nos cogió sentados ya, a otros en cuclillas. Las manos se alzaron en silencio, y toda la plaza se mostró bajo el mismo latido. Segundos después, los aplausos dieron la bienvenida al sábado, y si uno miraba a su alrededor veía a gente tan de carne y hueso como uno mismo. Las proclamas lo pedían y, tras ellas, miles de personas se encargaban de sujetarlas, orgullosos.

Mañana no acaba nada. 

Mañana es el comienzo, y algo así no puede ser malo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Félix

La imagen de tu cadáver me recuerda al abuelo, del que apenas recuerdo el temblor en su mano y la solemnidad de su figura agrietada. Durante el velatorio, Julia recuerda emocionada su conversación al teléfono contigo, días antes de operarte; tú le preguntas: "¿crees que me voy a morir?", y ella te contesta que qué cosas tenías, que te morirías cuando llegara tu hora.

Unos minutos antes, escuchaba también yo tu voz (incofundible), y qué extraño todo. De repente las dos ausencias, el llanto en mi madre, verlos (tí@s y prim@s) tan seguido y a un tiempo, más allá de bodas y festejos, al margen de un escenario alegre e improvisado, como suceden los mejores recuerdos.

En aquel funeral contemplaba a tus hijos de perfil. En Rober reconocía por sorpresa a la tía Mari, de quien guardo aquella explicación de cómo pelar un melocotón siendo yo poco más que un niño. En Javi te veía a ti, cada vez más parecido no sólo en el aspecto sino también (y especialmente) en el carácter, y pensé (supe, de algún modo) que probablemente fueras tú el siguiente en marchar, callado, tranquilo y sabiéndote una persona sin mancha, alguien bueno, a secas, lo que muy pocos pueden decir de sí mismos. 

Ahora toca pensar en lo mucho que te han querido todos sin excepción, y lo mucho que me hubiera gustado profundizar algo más en tu persona, a la que siempre he reservado un lugar privilegiado en el rincón de los mejores.

Malditos pensamientos.

miércoles, 18 de mayo de 2011

)

Soy del selecto grupo que opina que pocas cosas hay más tontas que comer mientras se tienen ganas de cagar, por eso os digo: "quienes queráis mojaros de nuevo conmigo, quitaos al menos los zapatos".

Se cierra el paréntesis.

viernes, 6 de mayo de 2011

(

Dejo de escribir en este blog por un tiempo (breve).

Otras necesidades, otras motivaciones, otras metas. 

Gracias a los que alguna vez os lanzasteis al mar conmigo. 

Se abre el paréntesis. 

Diego Lández

Crisis? What crisis?

Watch yourself; easy does it, easy while you wait.

Se atribuyen sin mucho fundamento a Einstein las siguientes líneas que todos hemos leído en nuestra pescadería habitual o en la entrada de alguna biblioteca de barrio. Y sin querer aplaudir algo que se defiende por sí solo, me hago eco por si a alguien (un viernes, comienzo de campaña electoral) encuentra sentido en volver a leerlo.

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedi de no querer luchar por superarla."

jueves, 5 de mayo de 2011

Te ríes

porque hablo tan serio y de repente concluyo con una sonrisa inconexa que te pilla de improviso.

Será que no estaba tan serio.

O que la sonrisa era un disfraz.

Parques y jardines

Cierran parques y jardines donde vivo, y las ciudades son más grises desde entonces. Pronto pondrán cerco a las calles, asumiremos el toque de queda como premio a la cordura y será peligroso olvidar el salvoconducto junto a la tele. Haremos botellón en los balcones, venderán resignación a granel y nos veremos abocados a santiguarnos.

En países como Alemania o Suiza decidieron acotar el horario de columpio de un niño. A partir de las X, prohibido jugar, a tu casa y cuidadín con poner la tele muy alta o tener retortijones pasadas las Y, que el vecino primero te denuncia y luego sube a ver qué has cenado. Pero son así: países civilizados, los mismos en los que nos miramos cuando llueve o sube el paro.

Cierran parques y jardines donde vivo. ¿Lo dije ya? Ahora se accede a ellos por una puerta que abre de V a Z en verano, y de W a Z-2 en invierno, pero tienen el detalle de dejarte ver las cacas de los canes tras las rejas. Asomarte por ella es hacerlo a una celda improvisada desde el patio de mi cárcel. "¿Qué habrá ahí adentro?", te preguntas. "¡Coño, flores!" Tan bonitas ellas, presas por si escapan.

martes, 3 de mayo de 2011

Cosas

Cosas que me gustan de ti, pequeña mouai:

- Tu risa expontánea (la expresión de inocencia cuando sucede).
- Tu rebeldía.
- Tu honestidad.
- Tu forma de vestir.
- Tu fortaleza.
- Tu aguante.
- Tu manera de acurrucarte en una butaa de cine (tus sobresaltos).
- Tu vocación.
- Tu humor.
- Tu mirada (a múltiples niveles).
- Tus hombros.
- Tus rodillas.
...

Créetelo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Miedo (cultura del)

Desde 130 euros puedes cambiar tu portero automático vulgar y aburrido por un videoportero superchulo con pantalla SVGA por la que puedes ver la cara al ladrón más malote del condado; y así te lo anuncian, además: te dibujan un caco rollo hermano Dalton con antifaz embutido en un traje a rallas que, educado, pulsa el botón en tu portal. Por otro lado, si aún no eres de Securitas Direct, puedes unirte a su club (de más de un millón de socios) en tan sólo 24 horas y a un módico precio de bienvenida. ¿Aún no has visto a Carlos Lozano anunciando un sistema de seguridad? El spot ya es añejo, pero tras verlo te dan ganas de comprarte una Magnum y dejarla bajo tu libro de cabecera en el segundo cajón de la mesita de noche.

Y hoy (por ayer), que de repente han matado a Bin Laden, nos dicen que el mundo es un poquito más seguro que antes, aunque el mensaje dura lo que tardan en asegurar que se esperan represalias, sobre todo en el Reino Unido. Porque eso es, al fin y al cabo, lo que interesa vender: la cultura del miedo. No tardéis en haceros cualquier seguro: de vida, de casa, de coche, de viajes, de amores, de yogures pasados de fecha... Encended la televisión, si queréis, y tragaos cualquier telediario. Son sólo un par de entre tantas pruebas.

domingo, 1 de mayo de 2011

Serio, distante e incluso soso

Como me definías en el email. Mas luego cambió todo, como también escribes.

¿Y cómo pudo cambiar tan rápido, si lo habías clavado?

Supongo que a veces me dio por sonreir, y dejé de ser serio.

Supongo que a veces me acerqué, y rompí una distancia fingida.

Supongo que a veces hasta estuve ocurrente, y ya no más fui (incluso) soso.

Primeras impresiones, segundas o terceras, supongo también que nunca deja de chocarnos el modo en el que los demás nos ven.

Lo que proyectamos.

Guapa

Hace tiempo que ya no te pienso como lo hice al principio, y eso está bien. Me ocurre con los guap@s, cuyos gestos, reflexiones, miradas y comentarios quedan alterados a su favor por una fachada de la que no pueden hacerse responsables ni, al tiempo, sentirse culpables.

Soy simple.

A veces, hasta permeable.

Estoy también de acuerdo en lo que se decía en esa escena, que de la mujer guapa sólo vemos la cáscara hermosa pero nos bloquea la barrera de la belleza, y que estamos tan deslumbrados por el exterior que nunca llegamos a ver el interior. Pero a veces pienso que a lo peor dispone a un tiempo de más posibilidades para dejarse ver a múltiples niveles.

Audrey Hepburn, Callas, Marilyn y otros tantos iconos del siglo XX tenían un denominador común: se sentían feas, invisibles, incapaces de sentirse valoradas más allá del velo. Pero cuidado, no responder al canon tampoco anula la ceguera del compañero de pupitre, y tú, en quien tampoco pienso como al inicio (tú, que vales tanto o más que cualquiera) y no es algo malo, puede que te hayas visto reflejada en eso.

Hoy por hoy, me nublan menos que antes tu simétrica sonrisa, tu pelo liso, tu silueta esculpida en mi entrecejo o la desproporción en tu pecho. He aprendido (me has enseñado) a mirar más allá del corto plazo, y no envidio lo que no tengo, porque aprendí a no tener casi de nada.

Tu mejor momento

Half of what I say is meaningless,
but I say it just to reach you, Julia.

Sé que no atraviesas por tu mejor momento. 

El miércoles tu hermana, la que tanto te cuidó (y tú tanto querías), nos dijo adiós. 

Y hoy, por otros motivos, no celebrarás este día como estaba previsto.

Mas todo irá bien.

También para ti.