Vistas de página en total

miércoles, 5 de enero de 2011

Para siempre

Para siempre niega al nunca. No te olvidaré nunca... Te querré por siempre... ¿Hasta que la muerte nos separe? Luego no quiera el cielo o el infierno que nos volvamos a encontrar.

Estas dos palabras sobrepasan mi compromiso ante nada. No sé cómo me despertaré mañana, y cada día es una guerra en busca de esa felicidad que siento cada día más lejos. ¿Cómo puede ser algo para siempre en mi vida? Bastante me ocupa entender lo que ha sido y no cagarla en lo que es. ¿Qué será, será? Mi cabeza no da para más. Esto es ciencia, formulo hipótesis y a lo máximo que llego es a inferir que si golpeo una pared la pared me devolverá el golpe. Pero no existe el cien por cien, ni siquiera en eso. Malditos átomos...

Y todos lo hemos sentido alguna vez. Nos hemos visto envejecer con esa persona, y conservar tu número en la agenda, y encontrar respuesta en los mismos ojos. Debe ser que en nuestra infinita insignificancia no nos conformamos con la mortalidad, y sentimos la necesidad de algo seguro, el miedo a lo desconocido, y ese amor que nos desborda...

Y fueron felices para siempre. Porque en el cuento se buscaba un final bonito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario