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jueves, 13 de enero de 2011

Olores

El olfato es el sentido más desarrollado cuando nacemos y el más primitivo de todos. Es, por tanto, el que más nos asemeja al resto de animales, aunque supongo que no depender de él para cazar ni sobrevivir a un ataque lo ha transformado en una herramienta un tanto atrofiada. Sin embargo, a propósito de la ausencia de humo en los bares leo que el ser humano puede reconocer hasta 10.000 olores diferentes, y quitando algún cero es probable que lleguemos a mi olfato.

Esto me lleva a pensar que si: huelo poco, llevo gafas, oigo normal, mi gusto es discutible y a mi tacto le falta práctica, ¿dónde está la gracia? Los medios de los que dispongo para relacionarme con el mundo exterior me limitan sobremanera, y conmigo a mi proceso cognitivo. Es una putada no ser un Grenouille capaz de relacionarse a través de su nariz, ya que obvio tu fragancia, no valoro los matices ni hago saltar la alarma.

Por eso me gusta cuando recuerdo esa colonia... ¿Halloween? y me sorprende cuando me dices con satisfacción que huelo a mí, porque nunca he identificado un aroma propio.

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