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sábado, 4 de junio de 2011

Mesón Rojo

Dices muchas tonterías. Entre ellas eso de que has captado el mensaje, o que no tienes nada que ocultar, y yo que tú le daba alguna que otra vuelta a lo que sale de mi boca, no sea que mosquee al personal. Supongo que estar en el equipo bueno supone un buen chute de confiaza para cualquiera, como cuando calzas un apellido chulo, perteneces a la pandilla de los molones o naciste con una flor en el culo (en resumen). Yo carezco de tales virtudes, y mi posición privilegiada me permite contemplar las cosas desde cierta perspectiva y con total parcialidad, "como no podía ser de otra forma".

El caso es que me aburres... profundamente, y quien quiera escuchar otro tanto tus chapas vestidas de grandilocuencia, que se tome una juanola. No me vengas ahora con un cambio de rumbo y pamplinas varias, porque eso es pedirle al bobo que reflexione o al malo que venda pipas. Vamos, que a partir de cierta edad se hace más complicado lo de los buenos propósitos.

Así que yo que tú... ya que de casta le viene al galgo, me metía a eso de la hostelería. Pondría... no sé, una tasquita. Un Mesón Rojo, un Bar Tolo o un Casa Mentero, por citar tres ejemplos que te pueden venir al (mucho) pelo que tienes (y ni uno de tonto).

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