Vistas de página en total

domingo, 1 de mayo de 2011

Guapa

Hace tiempo que ya no te pienso como lo hice al principio, y eso está bien. Me ocurre con los guap@s, cuyos gestos, reflexiones, miradas y comentarios quedan alterados a su favor por una fachada de la que no pueden hacerse responsables ni, al tiempo, sentirse culpables.

Soy simple.

A veces, hasta permeable.

Estoy también de acuerdo en lo que se decía en esa escena, que de la mujer guapa sólo vemos la cáscara hermosa pero nos bloquea la barrera de la belleza, y que estamos tan deslumbrados por el exterior que nunca llegamos a ver el interior. Pero a veces pienso que a lo peor dispone a un tiempo de más posibilidades para dejarse ver a múltiples niveles.

Audrey Hepburn, Callas, Marilyn y otros tantos iconos del siglo XX tenían un denominador común: se sentían feas, invisibles, incapaces de sentirse valoradas más allá del velo. Pero cuidado, no responder al canon tampoco anula la ceguera del compañero de pupitre, y tú, en quien tampoco pienso como al inicio (tú, que vales tanto o más que cualquiera) y no es algo malo, puede que te hayas visto reflejada en eso.

Hoy por hoy, me nublan menos que antes tu simétrica sonrisa, tu pelo liso, tu silueta esculpida en mi entrecejo o la desproporción en tu pecho. He aprendido (me has enseñado) a mirar más allá del corto plazo, y no envidio lo que no tengo, porque aprendí a no tener casi de nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario