Vistas de página en total

sábado, 17 de noviembre de 2012

querid@s tod@s

Cuando la gran mayoría dejaba sus pueblos atrás y las pequeñas ciudades veían crecer su población de manera casi exponencial, Timoteo (como muchos otros que compartían edad y experiencia) advirtió que, si tanto trabajo había para todos los que entraban en las  fábricas, algún día la misma maquinaria que entonces servía al progreso se volvería en contra de ellos, y tendrían que regresar a los pueblos.

Esto, querid@s tod@s, es exagerar un poco, pero añoro en mi entorno ese know how de nuestros abuelos, que sin años a sus espaldas anclados en un pupitre sabían más de todo que cien licenciados juntos. Si al menos fuéramos un poquito más humildes y supiéramos desligar nuestra dignidad de nuestra estúpida arrogancia, cuán diferente sería todo lo que nos rodea. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Por qué nos dejamos someter a una ambición tan desmedida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario