Una sola palabra sobra para decantar el curso de los acontecimientos hacia un lado u otro de la balanza.
Una elección aventurada, un exceso de confianza o una sonrisa mal puesta, cualquier cosa sirve para ser catalogado, recibir la extremaunción y pasar a la agenda de posibles. Sí, amigos, en eso consiste: en ser perfecto en el momento adecuado. Es duro al principio, pero uno (empeñado siempre en su afán por mejorar) roza cotas jamás alcanzadas por el común de los mortales.
Los extremos se tocan, though, y una cumbre no es más que un valle invertido.
Tus palabras han llegado en el momento preciso, y aunque no sepa cuáles son los motivos que te llevan a escribirlo, yo he encontrado los míos propios y por eso te digo: gracias. La universalidad de los escritos...
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