"Bienvenido a la edad del hardcore", pensaba esta mañana a eso de las seis. Quiso el azar, o la sana costumbre de despertarme temprano en los últimos días por no sé qué inquietud interior, que abriera el ojete (el de la cara) a la misma hora en que me soltaran al mundo exterior hace hoy treinta años.
Nací grandote y cabezón, y tanto tiempo después poco ha cambiado respecto a eso. Lo primero que soltó mi padre al verme fue: "¡Qué niño más feo!". También eso sigue igual.
Felicidades.
Guapo! (a ver si nos lo creemos)
ResponderEliminarFelicidades.
Landria.
Quizás nunca lo leas, pero no encontré mejor medio para felicitarte que el sitio donde pareces mostrarte más tú... Felicidades, como bien dices, el mérito para nada es tuyo, ni siquiera aportaste las contracciones pero ya es suficiente escusa para decirte que estamos ahí , tanto como tu decides que estemos.
ResponderEliminarDesde el jardín de la flor,que se riega todos los días aunque parezca que nace por amor al arte.
R.C