Eres el motivo principal de este blog. Quizá no te baste. Quizá te resulte del todo indiferente, o veas en esto un intento de respuesta forzada a aquello que hayas podido escribir sobre otra letra diferente. Pero lo eres, ¿qué culpa tengo? Y para mí es importante. Octubre y noviembre eran meros ensayos estilísticos que me quisieron preparar para el momento de conocerte. Recibir aquel email. Picarme. Imaginarte con una curiosidad improvisada por saber si hay algo nuevo. Sí, ya sé, no es algo emocionante: es un blog. Hay millones. El fondo es un mapa manido y la tipografía lo suficientemente anodina para que no diga nada de mí (mi letra "mira" hacia la derecha), pero escribir cada día y saber que eres tú quien lo lee me mantiene alerta y me convierte en alguien menos inerte que antes.
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