'Palabra' y 'parábola' comparten la misma etimología. Lo mismo que la gastada 'crisis' y 'crítica', 'familia' y 'hambre', o 'tonto' y 'atónito'. Es lo que tienen -las palabras-, que no dejan de sorprenderte. Una de las lecciones más útiles que medio descubrí hace unos años fue precisamente el interesarme por ellas, tan esbeltas (o no), con ese trazo... hmmmm. Y lo tuvo que forzar alguien que va y te explica por qué es experto en Derecho y no en Izquierdo, aunque una idea vaga ya tuvieras. Sembrarme esa semilla era lo que convertía a este señor en un docente excelente y a mí en un ser plenamente consciente de su ignorancia.
Parece contradictorio aprender eso en Audiovisuales, pero al fin y al cabo todo es lenguaje, desde un silencio hasta un paneo. Casi siempre hay un motivo para el cual eliges un primer plano o un tiro de soslayo, sólo que a veces no eres consciente en ese momento. Luego, si lo ves y funciona, es perfecto. Si algo no va bien, averigua dónde está el fallo. Filmar es escribir. Escribir es interpretar. Interpretar, dibujar un cómic. Y dibujar un cómic, no saltarse el eje. Bienvenidos al maravilloso mundo de la Semiótica y de la Semiología. A ver si lo entendéis y me hacéis un resumen.
Yo era (y soy) más de los números, me siento más cómodo en ellos. No sé, todo es más fácil: aprendes las cuatro reglas y ya sabes hacer un taco de cosas. Luego te dicen que las Matemáticas son tremendamente inexactas, y que en cambio hay quien disecciona un instante en palabras con la precisión de un cirujano. Claro, te confundes. Tardas diez minutos en leer un párrafo de 10 lineas (sí, sí, un minuto por línea) escrito por Imre Kertész y no dejas de pensar que este tipo es un cabrón por complicarte la existencia. "¡Qué hijoputa!" fueron mis palabras exactas: concisión milimétrica.
A veces muchas dudas que tengo parecen menos dudas cuando logro ubicarlas bajo un concepto acertado, y resolver mis problemas pasa en gran medida por aprender a definirlos. No es que dejen de ser problemas, pero encontrar las soluciones es la parte más divertida. Lo jodido viene antes: "conócete a ti mismo". ¡Qué cachondos!
Hablaban antes en la radio de la motivación. Y recuerdas entonces que a veces esos mismos problemas pasan también por una falta evidente de eso, de carecer de un faro, de no tener un compañero de viaje que te espere cuando estás cansado y te diga que ya queda poco. Tener todo eso ayuda, y ayudan también las palabras, la idea que generan, fantasear con esa idea... aun sabiéndola imposible. Permite creerme por un instante que soy capaz de grandes cosas. Que no todo es tan raro. Que en el fondo tengo suerte.
Motivar (definición RAE):
1. Dar causa o motivo para algo.
Motivar (etimología):
Del latín motivus = movimiento.
Parece fácil.
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