Soy un poco de aquella manera, ya sabéis, y al escuchar un chiste me río siempre tres veces: cuando lo cuentan, cuando me lo explican y cuando lo entiendo. Así pues no es de extrañar que se me escapen tantas cosas y que me vaya como me va.
Dicho lo cual, uno no sabe si hay que hacer caso a los chinos (y esperar que el año del Dragón nos traiga cosas buenas) o a qué religión pertenecer (porque todas dicen llevar razón, y qué dilema entonces). Y así razono a veces, ¿verdad?, bebiendo de varias fuentes y pariendo un criterio propio collage de muchos otros.
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