Ya conocemos cómo va esto.
Es un bucle con T = 31536000 s (aprox.), y cuya frecuencia sin embargo aumenta en tu cabeza a medida que te vas haciendo más y más pellejo, contradiciendo toda matemática. En fin, siempre tendremos luces y villancicos, villancicos y gordos, gordos y no tan gordos. Hay oferta para todos, oiga: de la soledad a la máscara, del gesto al compromiso, desde el quiero hasta al debo. Y cada cual allá con su extremo, que los más vagos, como yo, nos moveremos entre bambalinas, para variar, chupándonos el índice para ver por dónde sopla.
Cada año es más difícil, más confuso todo.
O seré yo, que a cada vela extra entontezco un plus. Será, si no, que aprendí a mecanizar las cosas para ser más Lández, y dejé sin abrir el cajón de la sorpresa, justo el que queda encima de aquel otro donde olvidé la inocencia. Maldita cómoda, ¿verdad?, que encierra todo lo que fui perdiendo o me robaron... Pero esto es un ciclo, ya sé, que oscila como una onda con T variable y amplitud desconocida, y algún día (mañana mismo, quién sabe) lo apreciaré un poco más, o no, en función de tantas cosas.
Eres el mejor!!!
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