que hay grupos de música que, si a partir de su tercer disco se repiten, llegados a su enésimo disco no saben qué inventar, hay personas que deciden vivir de manera diferente al resto.
Es el caso de un primo de mi madre, único habitante de su pueblo y guardián de las murallas. Su prima, santa ella, teme en el fondo ver en él el futuro que me espera. Y yo, demonio a veces, siempre quiero verme reflejado en tipos como él, cuyos rasgos infunden respeto, cuya serenidad abruma, cuya sabiduría deleita y cuya soledad es tanta que te preguntas, como tantas veces haces contigo mismo, en qué punto se torció la línea.
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