Me gustaría tener las cosas claras, para variar. Fijar un punto más allá del horizonte y no cesar hasta que se vaya volviendo más y más grande, tanto que me devore. También corre el reloj para mí, y la inactividad, o los bandazos, o el desapego... me han traído hasta aquí, y resulta que aquí no es donde tenía pensado estar, cansado como estoy de reinventarme, de empezar de cero, de tener que demostrar algo que o bien nunca tuve o bien nunca me permitieron. El tiempo pasa también por estos lares, y uno se encuentra con poco, con cartas mal jugadas, con trenes que escaparon, con puntos no fijados.
Me gustaría que te fijaras en mí, ya que yo no sé hacerlo. Y me rescataras de este pozo, aun sabiendo de sobra que estas cosas nunca suceden.
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