...y en la derrota.

I don´t think you trust

in my self-righteous suicide,

I cry when angels deserve to die.

Efectivamente, parece que uno navega a contracorriente. Que para decir lo que piensa tiene que hacerlo dos veces (lo de pensar), aun a riesgo de parecer borde, maleducado o indiferente. Y no, no, no... o tal vez sí, sí, sí, pero ¿qué más da? ¿A qué jugamos si no? ¿A escribir lo que uno quiere leer? ¿A ser la persona que uno necesita a cada minuto? Gracias, pero resulta agotador y pretendo optimizar mi esfuerzo. Se nos da mejor criticar al otro que a uno mismo, y tal vez (tal vez, tal vez) esto de vivir entre personas sería más divertido con la convicción de saberse MBA en cagadas, y llegar a la conclusión de que no todos los días se nos da bien la cosa. Voluntad de ser mejor, con eso basta. Voluntad y firmeza de no echar balones fuera, de saber encajar un gol de vez en cuando y de querer sacar en corto, para iniciar la jugada con los errores bien aprendidos. Voluntad (eso es todo) de ser humildes, en la victoria... y en la derrota.