Como me definías en el email. Mas luego cambió todo, como también escribes.
¿Y cómo pudo cambiar tan rápido, si lo habías clavado?
Supongo que a veces me dio por sonreir, y dejé de ser serio.
Supongo que a veces me acerqué, y rompí una distancia fingida.
Supongo que a veces hasta estuve ocurrente, y ya no más fui (incluso) soso.
Primeras impresiones, segundas o terceras, supongo también que nunca deja de chocarnos el modo en el que los demás nos ven.
Lo que proyectamos.
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