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viernes, 11 de mayo de 2012

suddenly

De repente, una eclosión de vida ha poblado el ambiente de escotes, minifaldas y princesas, subiendo la temperatura corporal a tantos, pecadores, que aplaudimos con las orejas tanta manifestación de alegría y alboroto.

Dicho lo cual, no tengo nada más que decir.

jueves, 10 de mayo de 2012

La catenaria

Visto de lejos, el diseño del cartel recuerda a las aspas de un molino, y el mensaje que predica, animándonos a tomar la calle, nos devuelve a lo sucedido hace casi un año, cuando muchos parecieron despertar de un largo invierno.

Llego a las estación mucho después de la inmensa mayoría, cuando los paraguas rojos ya no tienen periódicos que repartir y los vagones avanzan más vacíos que repletos. Muchos bajan en Torrejón, e imagino que entrarán a las nueve, como yo, sólo que mucho más cerca. 

A gran escala, todo es confusión. Las protestas se suceden y los gigantes comienzan a derrumbarse fruto de su propio descrédito a lo largo de los años. Vergonzoso. Todo nos lo tenemos que imaginar, porque no hay nadie que se quiera sentar a explicárnoslo como si fuéramos niños de cuatro años, y son pocos los que tienen ganas de estudiarlo por su cuenta. Para que luego hablen de pizarras electrónicas... ¡Ja! 

Hay días que me vence el sueño, otros en los que me obligo a leer el periódico o un libro no muy grueso, por motivos meramente logísticos, y otros donde dejo perder la vista hacia el mágico influjo de la catenaria. Si me despisto, soy capaz hasta de fijarme en las pintadas, como esa que reza aquello de: "¿Vas a algún sitio, o sólo vas?".

domingo, 6 de mayo de 2012

Día a día

Echaba en falta la rutina de coger todos los días el tren. Sensaciones en las que no reparas hasta que las encuentras x años después, y vas familiarizándote con las caras que se suscriben al mismo horario que tú, y buscan el mismo vagón todos los días, y cuando no quieres mirar te miran y viceversa. Es, sin duda, el mejor medio de transporte que se inventó, y te conecta de nuevo con otro tú, con otros años, con otra manera de mirar tras la ventana. Otros ojos, disfrazados bajo un color que apenas se ha alterado.

jueves, 3 de mayo de 2012

Pequeñas historias

Uno se pasaría la vida viajando y encontrando en las pequeñas historias que nos rodean su único alimento. Casi todas esas pequeñas historias mueren olvidadas más allá de dos o tres privilegiados que acertaron al estar allí presentes. El resto decidimos morir lentamente frente a la pantalla de un ordenador, habiendo afirmado mecánicamente con la cabeza que esto de las ondas nos abre la puerta al mundo, y olvidando de manera incomprensible que el mundo es todo aquello que rodea a la pantalla de un ordenador.

Libertad (de prensa)

Pronto será el Día del Gazpacho (o no), por eso de celebrar 365 cosas diferentes y tener un titular más en la reserva, pero hoy hablaban de esos que mueren o son presos por retratar con lente y pluma una realidad que no termina de entenderse a sí misma, por lo que mucho menos el resto de mortales, hormiguitas, que la poblan. Malos tiempos para la lírica y para el que sale de las facultades de Comunicación (hijos de buena cuna aparte), con poco futuro más allá de una beca de parbulario o el impagable reto de esperar durante horas a que la folclórica salga del gym. Lástima de matrícula.

Pero sí, hoy hablaban también de quienes se la juegan, aunque sólo sea por haber nacido en el país equivocado, por tener las ideas equivocadas, o por elegir la profesión equivocada en el momento equivocado. Cuánto equivocado... Mas son puentes, los periodistas, imprescindibles para cruzar el inagotable río de la ignorancia, que amenaza desbordarse en estos tiempos cuando tantos medios tenemos a nuestro alcance, tantos otros desaparecen, y tan poco nos empeñamos en informarnos.

Libertad vs. felicidad. Conocer frente a ignorar. Conceptos que, por desgracia, a menudo confrontan, mas uno sigue empeñado en buscar la segunda a través de la primera, aun sabiendo que nada de eso existe. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Me he levantado

con una sensación extraña. Como si fuera yo el que cogiera las maletas rumbo a la aventura... Que extraño, ¿verdad? No sé... espero haber podido estar ahí, después de todo, y que te vayas con la convicción de que estaré esperando tu regreso, y que los días intermedios no pueden ser lo mismo sin saberte a un rato andando de mi casa. No serán peores, o al menos deberíamos pensar así, para dotar de sentido cada decisión tomada y armarse de valor al querer llevarla a cabo. 

Te irá bien. Porque si algo queda de honradez en este mundo así tiene que ser, y tú reúnes más cualidades que nadie para cumplir mi profecía. 

No te rindas. Porque tu esfuerzo ha de ser motivo de orgullo, abono de tiempos mejores, y previo de tantas sonrisas que aún debemos compartir.

It is what it is

Siento que me he mostrado un tanto frívolo con todo esto. En momentos así me pregunto si no habré dejado mi corazón olvidado en algún rincón del pasado, y si mi coraza es tan gruesa que me impide sentir el dolor que tú sientes. ¿Lo crees tú también o soy yo solo quien actúa de una manera y piensa de otra totalmente diferente? Se trata en el fondo de no tener muy clara la forma de ayudar con todo esto, de serte útil en momentos cuando quizás más me necesites, y te sirva tan sólo de amigo simpático que no lleva a ningún destino que deseas compartir. La amistad... ¡qué difícil! Yo, que me considero amigo, a pesar de todo, porque quizá es lo único a lo que he aspirado a ser.

Perdón, perdón, perdón... por los años vividos, por no haber estado a la altura cuando lo pediste, por no haber pensado en ti cuando tuve que hacerlo, por haberme buscado sin contar con vosotros, y por haber encontrado en una burda foto de Facebook el titular perfecto para una entrada sin mucho acierto.