- No, yo es que soy español.
Viendo casi cualquier programa de entretenimiento en televisión me recuerdo a mí mismo por qué vivo relativamente tranquilo no dedicándome al medio. Desde dentro es otra cosa: los focos, el autocue, las prisas, la escaleta, la rotación de cámaras... Mola. Pero en casa... ¡ay! En casa es bien distinto. Porque hacer tele, ese gran invento, no es otra cosa que el arte de rellenar minutos con nada, dilantando lo que perfectamente podría durar 10 minutos para que te quedes cerca de una hora dando descanso a tus neuronas.
Yo no pido nada raro. Persigo tener la mente despierta, el estómago lleno y el corazón contento, como la mayoría. Pero me jode que me hagan perder el tiempo, que para eso ya me valgo yo a diario. La mayoría de vosotros, estudiéis, trabajéis o hayáis nacido por aquí cerca, sabréis de lo que hablo.
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