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jueves, 7 de abril de 2011

El fútbol (me agota)

Pero más que el fútbol la prensa que nace y muere en este deporte y que nos concede lo que no es dar patadas a un balón como información polideportiva, amén de un regalo. Es la degeneración de la información, el relleno por el relleno, hacer noticiable lo que es profundamente indiferente. El fútbol + aquel deporte cuyos derechos de retransmisión cubra esa cadena... tomar algo sin mayor importancia y barnizarlo de lo mejor y de lo peor... fingir como interesante algo que me sabe aburrido.

Mi convicción aumenta cuando encuentro en personas a las que prejuzgo como modelos sin inquietud ninguna una desbordante aficción por (retomando la idea) el balonpié. Son iconos del sofá y la cervecita, del auricular en la procesión y de la tertulia en torno a un penalti inexistente. Haylos, sin embargo, y me viene a la cabeza el dicho ése de que el periodista que no vale para todo lo demás entra en la sección de Deportes.

Y caigo en lo fácil, pero ¡qué bien se siente uno, coño!

domingo, 3 de abril de 2011

Cobain

Decía Kurt que los demás se reían de él porque era diferente. Cobain se reía de los demás porque para él eran iguales.

La última frase en su nota de suicidio está sacada de un tema de Neil Young. Dice así: "Es mejor quemarse que apagarse lentamente".

K.K. murió a los 27 años, la misma edad a la que se quemaron otros como Jimi Hendrix, Jim Morrison o Janis Joplin.

Last Days (Gus Van Sant) nos habla de cómo pudieron ser las últimas horas en la vida del músico.

Proverbio chino

Si tienes dinero para
comprar dos trozos de pan,
compra un trozo de pan y una
flor, que igual que el cuerpo
hay que alimentar el espíritu.

sábado, 2 de abril de 2011

En blanco

(Como la noche.)

No es mi problema

He encontrado en esta frase mi aspirina personal. Si el coche de atrás no encuentra hueco para adelantar, me centro en seguir la ruta y me digo: "No es mi problema". Si el alumn@ no me hace caso y encuentra en el 'no tengo tiempo' la excusa para no trabajar, junto los dedos pulgar y medio y cuatro palabras resuenan en mi cabeza: "No es mi problema". Si alguien decide por mí cuáles son mis funciones y qué es lo que tengo o no que hacer por lo que se me paga, pongo sonrisa, dejo la mente en blanco y el vacío sólo es ocupado por una idea: "No es mi problema". Es sencillo y me hace ver la primavera con otros ojos.

Mientras tanto, el quiosco de los helados ha abierto de nuevo. ¿Qué más puedo pedir?

viernes, 1 de abril de 2011

X

La variable X se comenzó a utilizar allá por la Edad Media. Por aquel entonces, en Occidente teníamos únicamente al pueblo árabe entretenido con eso de las ecuaciones y los algoritmos, y llamaban aquello que no conocían (o incógnita) "la cosa". Muchos de los tratados matemáticos de origen musulmán fueron traducidos en Castilla. "Cosa" sonaba parecido a nuestra "equis", y para denominar a aquello que se ignoraba y que era objeto de tantos y tantos problemas comenzó a emplearse dicha letra. 

Éste fue el origen de la incógnita con la que se pelean los púbers en Secundaria, y la que utilizamos los mayores para marcar en el mapa el tesoro que no nos cansamos de buscar.

Tuidad

Tu nuca es blanca, pero presumo que en verano mutara el color. Mientras caminas te deshaces de la chaqueta de manera sensual y aparentemente descuidada. Tu silueta es fácil de recordar.

Tu tatuaje se adivina bajo la camiseta, no destaca demasiado sobre tu piel de ébano, pero lo suficiente para indicar con claridad el camino a seguir. Me desconcentro a las primeras de cambio.

Tu mirada de soslayo es mi cebo, aunque no vaya dirigida a mí. Te alejas con tu mochila, tu casco y tu bicicleta, y te sé perfecta en la distancia, terriblemente provocadora y perdidamente hermosa.